¿Es buen momento para hipotecarse en 2025?

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Depende de quién seas y cómo lo mires

Decidir si es buen momento para hipotecarse en 2025 no es una pregunta con una única respuesta. Depende de tu situación, tus objetivos y, sobre todo, tu perfil. Lo que para unos puede ser una gran oportunidad, para otros puede significar una carga innecesaria. Pero si algo está claro, es que el contexto actual exige tomar decisiones con cabeza y no dejarse llevar por titulares ni modas.

Para los jóvenes que quieren comprar su primera vivienda, el 2025 puede parecer un año complicado… pero no necesariamente malo. Los tipos de interés se han estabilizado tras el subidón de 2022 y 2023, y aunque no estamos ante hipotecas a tipo fijo del 1% como vimos al salir de la pandemia, tampoco es la tormenta perfecta que muchos pintan. El Euribor rodea el 2,5% y que le pregunten a nuestros mayores si esas son buenas condiciones comparadas con las que ellos tenían…

Jóvenes compradores: entre el deseo y la realidad

Lo que sí es una realidad es que el acceso a financiación sigue siendo más difícil que hace cinco años. Los bancos exigen perfiles más sólidos, estabilidad laboral y, en muchos casos, aportaciones iniciales superiores al 20%. Eso sí, si cumples los requisitos, puedes encontrar buenas oportunidades, sobre todo fuera de las grandes capitales. Y si la vivienda que compras va a ser tu hogar, pensar solo en si los precios van a subir o bajar es perder el foco: lo importante es si puedes pagarlo sin asfixiarte.

Además, hay una buena noticia para quienes cumplen ciertos requisitos: existen líneas de ayuda como el programa de avales ICO, que permiten acceder hasta al 100% de la financiación en la compra de una primera vivienda. Esto puede marcar una gran diferencia para quienes no tienen ahorros suficientes para la entrada, siempre que cuenten con ingresos estables y cumplan los criterios (que por cierto son bastante laxos). Es una herramienta potente que conviene valorar con asesoramiento profesional y puede ser una gran oportunidad: llevaban mucho tiempo prometiéndolos pero es ahora cuando están saliendo adelante. Otra cosa es ver cuanto van a durar…

Extranjeros: oportunidad (todavía) rentable en el sur de Europa

El interés de extranjeros por comprar en España sigue fuerte, especialmente en zonas costeras y ciudades con buena conectividad. Aunque los precios han subido, el mercado español sigue siendo “barato” comparado con otros países europeos. Y con el euro relativamente débil, para muchos sigue siendo una inversión atractiva.

Además, hay un matiz importante: los extranjeros suelen comprar con menos dependencia de financiación local. Algunos pagan al contado o financian desde sus países de origen. Para ellos, los tipos de interés en España no son tan determinantes. Lo que sí es clave es la seguridad jurídica y la fiscalidad. Y ahí es donde España tiene deberes pendientes: la inestabilidad legal en torno al alquiler o la fiscalidad de los no residentes genera dudas.

Lo que sí es una novedad es que parece que desdes el gobierno se está cambiando de parecer, lo que adelanta que las familias que buscan adquirir la vivienda de vacaciones van a estar más protegida en lo sucesivo.

Inversores: más selectividad, menos margen de error

Si eres inversor, el 2025 no es un año para improvisar. El entorno legal (ley de vivienda, zonas tensionadas, límites al alquiler) y el posible estancamiento de los precios exige análisis quirúrgico. Las gangas ya no están en cualquier esquina y, además, el retorno por alquiler se está ajustando en muchas zonas. Aunque sigue existiendo tanta tensión en las provincias, que cualquier vivienda que se publique en alquiler encuentra rápidamente interesados.

Eso sí, todavía hay oportunidades. Fondos, pequeños inversores y patrimonios familiares están comprando… pero no cualquier cosa. Buscan ubicaciones con demanda asegurada (cerca de hospitales, universidades, polos logísticos), viviendas que puedan reformar para revalorizar, y activos que, por su tipología, queden fuera de algunas de las restricciones más duras.

Igual que para el caso anterior, quien tiene dentro de su catera de finanzas personales la inversión inmobiliaria puede congratularse por las recientes propuestas de regulación y la ley antiocupación. A buen seguro moverá de nuevo la baraja, lo que haá que quienes estén atentos encuentren buenas oportunidades.

Entonces, ¿sí o no?

La respuesta es: depende. Para quien compra su vivienda habitual y tiene estabilidad financiera, sí. Para el extranjero que busca diversificar su patrimonio en euros, también. Para el inversor, solo si sabe bien lo que hace.

2025 definitibamente no es el año del “todo sube”. Es el año de la estrategia. De hacer bien los números. De rodearse de asesoramiento profesional. Y, sobre todo, de no dejarse llevar por impulsos. Pero quien se decida puede sacar mucha ventaja del mercado actual hipotecario.

Porque hipotecarse, hoy más que nunca, es una decisión patrimonial. Y no se juega a la ligera.